12 Horas en NYC
12 Horas en NYC
Viajar para filmar, filmar para conectar
Zulay y César se casaron en Febrero de este año 2018 en Lima y cuando empezamos a comunicarnos a distancia el año pasado, ya que ellos viven en New Jersey, sobre la posibilidad de ir a filmar unas secuencias en la Gran Manzana para lo que sería su Engagement Film, no pude evitar sentir mucha emoción. Hace aproximadamente dos años había ya realizado la misma tarea con otra pareja y sabía muy bien el reto que significaba cargar con equipo de filmación por las calles, trenes subterráneos, taxis y demás. Nueva York se explora mejor a pie, detalle por detalle y esta sesión no sería diferente.
Mi vuelo aterrizó muy temprano, los chicos me esperaban afuera. Era las 8 de la mañana aproximadamente, y lo primero que teníamos que hacer era tomar un buen desayuno para resistir la jornada que nos esperaba. Café negro, huevos revueltos y jugo de naranja era el típico desayuno americano que necesitaba para energizarme. Mientras desayunábamos y preparaba el equipo para empezar a filmar, Zulay me preguntaba sobre este metal de forma extraña pegado a mi cámara y aquel accesorio raro en mi maleta, sobre cómo funcionaba ésta máquina y cómo lograba algunos efectos que había visto en mis trabajos. Era algo que sólo podía mostrarle haciéndolo ahí mismo, en el café, entre risas y tocinos ahumados. -Yo no sé como harás para que salga todo bien, necesitas decirnos que hacer o cómo movernos porque no tengo idea!- Decía ella mientras César terminaba su café sonriendo a su novia. Conversábamos sobre su historia, los detalles de la boda y les expliqué cuál era mi idea y los lugares que quería recorrer, algunos icónicos que cualquier persona que vea el film podría reconocer, como Central Park y el puente de Brooklyn y otros lugares no tan famosos pero que servirían para crear un contexto especial y evitar el congestionamiento de turistas y transeúntes. Algo casi imposible de realizar en Manhattan.
La primera vez que realicé una sesión previa a una boda fuera de Perú, llevé conmigo gran cantidad de equipo y accesorios que solo ocasionaron que mi espalda se viera reducida a escombros. Ahora tenía mas experiencia y para este viaje quise viajar lo mas ligero posible y con una pequeña maleta rodante para no cargar cosas durante el recorrido entre locaciones a usar. Entonces empezamos en el área de Dumbo, cerca al puente de Brooklyn, creando secuencias bastante espontáneas y siempre tratando de establecer primero la confianza, de esta manera capturar momentos reales que ellos puedan mostrar frente a la cámara de una manera mucho mas fácil y divertida. Brooklyn tiene calles bastante pintorescas, una en especial que deja ver el puente en su total magnitud y paredes graffiteadas que me ofrecían bastante color y diversidad. Posteriormente presenté la idea de cruzar este gran puente que va hasta Manhattan, esquivar la mayor cantidad de personas y lograr sacar una o dos secuencias en el puente a pesar que el día iba calentando, la luz tomando bastante fuerza y la hora de almuerzo se acercaba.
El cruce a Manhattan fue sin duda alguna nuestro mayor reto y lo que representó mayor esfuerzo físico. Zulay y César sin embargo mantuvieron la energía a máxima potencia y logramos unas tomas bastante icónicas del puente y alrededores que me dejaron muy contento. Al terminar de recorrer el puente y estando ya del otro lado, nos tomamos un descanso, dejé en el piso la cámara y solo pudimos reírnos de lo que acabamos de hacer. Ya casi era hora de almorzar y así evitar un poco las horas mas difíciles, por el calor y la luz, que al medio día es bastante fuerte y difícil de controlar.
Mientras almorzábamos Cesar me contaba de su rutina diaria de venir a trabajar a Nueva York desde New Jersey, sobre las distancias y todas las complicaciones que esta representa. Entonces se me ocurrió la idea de usar el metro para ir a Central Park donde yo quería filmar las secuencias mas románticas del film durante la tarde. El metro para mí es algo tan Nueva York como sus taxis amarillos, tener algunos segundos de ese viaje me parecía una buena oportunidad. Filmar en el metro era una locura, esquivando un mar de personas y lograr secuencias que parecieran orgánicas y naturales era todo un reto, pero quedó bastante bien y logramos llegar a la hora adecuada a nuestro destino.
Central Park es otra historia: Un oasis verde de bosque, campos y estructuras de piedra tan grande en el medio de una ciudad tan convulsionada como Nueva York, que incluso en plena tarde de verano, uno puede encontrar lugares de soledad alejado de casi todo y de todos si caminas un poco lejos de los senderos. Entonces fuimos con las ultimas onzas de energía que nos quedaba, por puentes, senderos y también por estos desolados espacios para lograr capturar un poco de la magia de la tarde en un bosque siempre especial para cualquiera que vive en esta ciudad. Esta era la segunda vez que filmaba en Central Park y volvería una tercera y una cuarta vez si fuera necesario, es un lugar mágico con rascacielos a lo lejos, lagunas y arboles. Un contraste radical al laberinto de cemento alrededor de este.
Eran ya casi las 7 de la noche y nos volvíamos a encontrar tomando un café para dar por terminada nuestra jornada cinematográfica. Mi vuelo partía a Lima casi a la media noche y por más que me hubiera gustado quedarme unos días más con ellos, tenía que regresar para cumplir con algunos trabajos ya asignados. Estábamos cansados pero muy contentos de haber logrado capturar momentos que construirían un video muy significativo para ellos, que usarían para anunciar la fecha de su boda, y que estoy seguro les sacaría una sonrisa cada vez que lo vieran en un futuro. De esta manera me despedí de ellos en el café, tomé mi ligera maleta que ya no se sentía nada ligera a esa hora y tomé mi taxi de regreso al aeropuerto. Fueron 12 horas intensas en Nueva York, conociendo a dos chicos que se aman con una gran energía y compartiendo con ellos momentos previos a su boda, que finalmente sería un evento espectacular, algo totalmente digno de un nuevo post muy pronto.
Ahora mira!
El Engagement Film de Zulay & César
Nueva York, Septiembre 2017.